miércoles, 21 de marzo de 2012

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21 de Marzo, Día Mundial de la Poesía 

«En un mundo que está en plena mutación, sacudido por un vértigo de cambios y transformaciones sociales, los poetas acompañan los movimientos cívicos y atinan tanto a sacudir las conciencias por las injusticias del mundo como a conmoverlas por su belleza. Nosotros vemos también las posibilidades que ofrecen las nuevas tecnologías y los breves mensajes que circulan por las redes sociales para conferir un nuevo aliento a la poesía y favorecer la creación y el intercambio de poemas o versos capaces de dilatar nuestra relación con el mundo.»
Mensaje de la Sra. Irina Bokova, Directora General de la UNESCO,
con motivo del Día Mundial de la Poesía, 21 de marzo de 2012

   La poesía contribuye a esta diversidad creativa al cuestionar de manera siempre renovada la manera en que usamos las palabras y las cosas, nuestros modos de percibir e interpretar la realidad. Merced a sus asociaciones y metáforas, y a su gramática singular, el lenguaje poético constituye, pues, otra faceta posible del diálogo entre las culturas. Diversidad en el diálogo, libre circulación de las ideas por medio de la palabra, creatividad e innovación: es evidente que el Día Mundial de la Poesía es también una invitación a reflexionar sobre el poder del lenguaje y el florecimiento de las capacidades creadoras de cada persona.
   Cada año, el 21 de marzo, la UNESCO celebra el Día Mundial de la Poesía. La decisión de proclamar el 21 de marzo como Día Mundial de la Poesía fue adoptada durante la 30ª reunión de la UNESCO celebrada en París en 1999.
De acuerdo con la decisión de la UNESCO, el principal objetivo de esta acción es sostener la diversidad de los idiomas a través de la expresión poética y dar a los que están amenazados la posibilidad de expresarse en sus comunidades respectivas.
   Por otra parte, este Día tiene por objeto apoyar la poesía, la vuelta a la tradición oral de los recitales de poesía, promover la enseñanza de la poesía, el restablecimiento del diálogo entre la poesía con las demás manifestaciones artísticas, como el teatro, la danza, la música, la pintura y así sucesivamente, el apoyo a los pequeños editores y crear una imagen atractiva de la poesía en los medios de comunicación para que el arte de la poesía ya no se considera una forma anticuada de arte, sino uno.

lunes, 5 de marzo de 2012

El feminismo en  México      
 
    Entre los escritores naturales de Puebla de los Ángeles (México), Ángeles Mastretta es de los que mayor renombre ha alcanzado entre los aficionados a la lectura. De hecho, hablar de su obra implica un repaso a la lista de los libros más vendidos, lo cual es siempre gozoso para una industria tan exigente como la editorial.
   Si su trayectoria en el plano institucional es firme, ¿qué decir de sus ambiciones literarias? Sabemos que ensayó la poesía en La pájara pinta (1975), pero su mayor éxito fue la novela Arráncame la vida (Ediciones Océano, 1988), gran éxito de ventas y merecedora del Premio Mazatlán de Literatura al mejor libro del año. Llegó luego un libro de relatos, Mujeres de ojos grandes (Cal y Arena, 1990), y a éste le siguió un ensayo de orden sentimental, Puerto libre (Cal y Arena, 1993) conformado de una mezcla de relatos cortos, ensayos periodísticos, autobiográficos y filosóficos que la autora publicó en la revista NEXOS. Nos brinda una imagen más personal de sus memorias y realidades basadas en su propia visión.
   En su obra, se desprende una clara evolución en su tratamiento de la problemática feminista general; de la reflexión teórica ensayística, a la creación de personajes que, cada una en su medida, buscan una liberación personal. Las mujeres en la obra narrativa de Ángeles Mastretta, tienen reflexiones políticas y sociales que están ligadas a los mismos problemas que enfrentan las mujeres en el presente. Mastretta, entonces, sin adherirse a ninguna tesis o teoría feminista en particular, asume una actitud de compromiso social para con las mujeres mexicanas y los problemas que encaran dentro de las instituciones patriarcales mexicanas actuales.
    Tal vez esta actitud feminista sea más reconocible en algunos textos más que en otros, pero temas como: la falta de educación escolar, la manipulación y acondicionamiento social de la mujer; la falta de educación y la represión sexual; el amor, el matrimonio y la maternidad como instituciones opresivas; la mujer campesina pobre, el trabajo doméstico, etc., son visibles en casi todos ellos. 
   De nuevo en el campo narrativo y en esa línea, Mastretta ofreció a sus lectores la novela Mal de amores (Alfaguara, 1996), gracias a la cual obtuvo el Premio Internacional de Literatura Rómulo Gallegos, por una historia que se refiere a una mujer enamorada de dos hombres. Historia que a partir de este hecho ya subvierte completamente la concepción que se tiene de que esto solamente le sucede a los hombres. Por esta vía de reconocimiento, nuevos títulos como El mundo iluminado (Cal y Arena, 1998) y Ninguna eternidad como la mía (Cal y Arena, 1999) en donde Mastretta nos traslada nuevamente a la época del México posrevolucionario de la segunda década del siglo XX donde se narra la historia de Isabel Arango, una chica de diecisiete años que emigra a México, D.F., a estudiar baile, confirmando que su autora es una de las firmas mexicanas con mayor proyección internacional.
   Entregas más recientes, como El cielo de los leones (2003), Maridos (2007), Ángel maligno (2008), y Hombres de amores (2008) refuerzan ese prestigio. Y aunque la literatura no sea una cuestión de voto popular, la autora admira que un número más que notable de seguidores respalde en todo el mundo cada una de sus nuevas iniciativas.